La principal función de es que, un giro muy frecuente en el lenguaje coloquial, es expresar contrariedad, un pretexto o una justificación, como en «No iré a la fiesta… Es que no me apetece», o precisar en qué consiste algo a lo que se ha hecho referencia, como «Tienes un problema y es que eres demasiado lanzado».
Es que se escribe siempre separado, no existiendo la forma esque. O sea, que no hay excusa para cometer errores al respecto. Y es que, en lo que a ortografía respecta, la clave radica en prestar atención cuando se lee.