El miedo al terrorismo perpetrado por ISIS y otros grupos terroristas está llevando a confundir términos harto diferentes, lo que desemboca en una peligrosa propagación del racismo. Ayudado por las explicaciones del profesor de estudios religiosos Andrew Chesnut, de la Universidad Virginia Commonwealth de Richmond, voy a intentar contribuir a poner fin a los prejuicios, al menos desde el punto de vista lingüístico.
Un árabe es alguien que habla árabe como lengua materna y que vive en los países árabes de Oriente Medio. Se habla árabe en esos países debido a la conquista y colonización de los árabes originarios de Arabia Saudí. Aunque la mayoría son musulmanes, también hay árabes cristianos, los cuales viven amenazados por ISIS y otros grupos terroristas. El árabe como lengua se extendió a Oriente Medio y al norte de África a partir del siglo VIII, mas originalmente sólo los nacidos en la Península Arábiga eran considerados árabes.
Un musulmán es alguien que profesa el islam; se puede ser suní, chií o de otras ramas, aunque casi el 80 % de los musulmanes son sunitas. La gran población de chiítas se concentra en Irán, lo que explica los conflictos entre este país y la potencia suní, Arabia Saudí. La diferencia entre los sunitas y chiítas se puede comparar a la de los católicos y los protestantes: hay una disputa sobre el verdadero heredero de Mahoma y existen algunas distinciones de prácticas rituales.
Un islamista es un musulmán que busca imponer sociedades gobernadas por Sharia, las leyes del islam. Algunos recurren al terrorismo, como ISIS y Al Qaeda, para lograr sus metas, pero otros lo han intentado de manera pacífica y política: no todos los islamistas son terroristas. Dentro del islamismo, hay corrientes moderadas y radicales, perteneciendo los grupos terroristas Al Qaeda, ISIS, Boko Haram, Hamás y Hezbolá a la corriente radical.
Un yihadista es un islamista violento que realiza la "guerra santa" o yihad contra los "infieles", o sea, aquellos que no creen en su versión extremista del islam. Los yihadistas son famosos por sacrificarse haciendo estallar bombas pegadas a su cuerpo; a menudo, quienes sacrifican sus vidas son niños y adolescentes forzados por la causa de yihad. El Estado Islámico, también conocido como ISIS, EI, Dáesh, Daish, Califato Islámico, EIIL o Estado Islámico de Irak y el Levante, es perfecto ejemplo de ello.
Como veis, ISIS y Al Qaeda son grupos terroristas yihadistas, pero ni todos los islamistas son yihadistas ni desde luego todos los musulmanes son terroristas. No permitamos que un mal uso del lenguaje contribuya a la propagación del racismo, tan o más peligroso que el terrorismo.