A través del
formulario del blog, Justa me ha comentado que el otro día, en su trabajo,
todos tenían dudas sobre estas tres palabras: inconcluido, inconcluente e
inconcluyente. ¿Cuál es la correcta? Pues bien, ninguna de ellas lo es, pero
por determinados motivos.
Inconcluido
no existe y no sirve como antónimo de “concluido” (lo correcto es decir simplemente
no concluido).
Inconcluyente
no es el antónimo de concluyente
y no está admitida por la RAE pese a ser una palabra bastante empleada (lo
correcto es decir no concluyente).
Inconcluente
es una palabra mal formada, ya que le falta la “y” (aunque, como hemos
visto, tampoco incluyéndola estaría aceptada). La confusión se debe a su parecido con la palabra incongruente.
Cuando decimos
inconcluido, inconcluyente o inconcluente
hablamos de algo que no ha concluido. Para tales acepciones, debemos emplear los vocablos inconcluso e inacabado.
No obstante, concluyente también tiene la acepción de
“resolutorio, irrebatible, lógico” y, como antónimo de esto, es común encontrar empleada la palabra inconcluyente. Ej: “Los argumentos
del ministro eran por completo inconcluyentes”. Esta palabra no está aceptada
por la RAE, pero su uso es tan común que programas correctores de errores
ortográficos como Word no la señalan como errónea. No obstante, la acepción correcta es incongruente.
De todos
modos, viendo la costumbre reciente de la RAE de aceptar palabras que siempre
han sido erróneas, no me sorprendería que inconcluyente
fuera pronto incluida en el diccionario. Pero, hasta entonces, aconsejo emplear
los vocablos inconcluso e inacabado (para la acepción “no terminado”)
e incongruente (para la acepción “rebatible
e ilógico”).