Por qué no separar sujeto y predicado

Toda oración (frase) consta de dos elementos: sujeto (realizador de la acción) y predicado (acción realizada). Ejemplo: “María cose”. ¿Quién realiza la acción? María. ¿Cuál es la acción realizada? Coser; por tanto, “María” es el sujeto y “cose” el predicado.

Las oraciones pueden ser tan simples como ésta o mucho más elaboradas, pero siempre constarán de sujeto y predicado. Así, la oración “El pesado de José Antonio, un chico bastante desagradable que conocí en clase de matemáticas, siempre está diciendo que su madre hace las tortillas más ricas del mundo y que algún día va a traer una para que la probemos”, aunque mucho más compleja que la anterior, tiene las mismas dos partes: sujeto (quién realiza la acción: “El pesado de José Antonio, un chico bastante desagradable que conocí en clase de matemáticas”) y predicado (acción realizada: “siempre está diciendo que su madre hace las tortillas más ricas del mundo y que algún día va a traer una para que la probemos”).

Pues bien, la lección de hoy es que, por muy compleja que sea una oración, el sujeto y el predicado no deben nunca separarse por ningún signo de puntuación (puntos, comas…). ¿Por qué hay entonces dos comas en la segunda oración? Pues porque dichas comas sirven para añadir datos al sujeto. Así, la primera coma (la situada entere “José Antonio” y “un chico”) supondría una separación entre sujeto y predicado, pero, al incluirse una segunda coma (entre “clase de matemáticas” y “siempre está diciendo”) aislamos la parte de la oración situada entre comas pero no separamos sujeto y predicado. Es decir, entre el sujeto y el predicado no puede haber una coma, pero sí puede haber dos cuando éstas aíslan una parte de la frase que no es imprescindible para el contenido de la misma.

EJERCICIOS

¿Qué comas faltan? ¿Y cuáles sobran?

● José, un chico que siempre está sonriendo me ha invitado a su casa mañana.
● El gato siamés que María compró en Egipto, es una mascota ideal.
● Santiago el director del colegio, suele pasearse por el patio a la hora del recreo.
● La chica de la esquina del fondo es la prima de Isabel.
● Sara, que había estudiado mucho para el examen terminó sacando un sobresaliente.

SOLUCIONES

● José, un chico que siempre está sonriendo, me ha invitado a su casa mañana.
● El gato siamés que María compró en Egipto es una mascota ideal.
● Santiago, el director del colegio, suele pasearse por el patio a la hora del recreo.
● La chica de la esquina del fondo es la prima de Isabel.
● Sara, que había estudiado mucho para el examen, terminó sacando un sobresaliente.

Que no os despisten los sujetos eternos o los predicados interminables. Pensad en quién realiza la acción y cuál es la acción realizada y recordad que, como partes básicas de la oración, no deben ser separadas.

Este artículo va dedicado a la escritora Emily Roberts, quien, además de ser la persona que dio la idea, es la autora de la maravillosa novela recomendada hoy. Pero no hace falta que seáis escritores para plantear dudas o ideas de artículos, ¡animaos!


Lila, primera novela de Emily Roberts
Lila
2011 - España
Emily Roberts
(Novela recomendada)
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