La letra «ñ»
es uno de los elementos más
característicos del lenguaje castellano. Sin embargo, la mayoría sabe muy poco
de ella. Por eso, ya que estamos en Navidad, he decidido dedicar un artículo especial a esta letra
única e icónica.
En realidad la «ñ»
nació con motivo de economizar espacio en monasterios e imprentas, ya que las
tareas de copiado y colocación de caracteres eran muy costosas. Fue así como se
decidió sustituir la secuencia «nn»
por la letra «ñ», o lo que es lo mismo, una «n» con una línea (denominada virgulilla)
sobre ella. También hay quien cree que dicha línea era en realidad una pequeña «n» sobre la «n» normal.
Durante el siglo XIV se extendió su uso y finalmente en 1492,
año del descubrimiento de América, se incluyó en la Gramática de Nebrija. Se
trata de una letra propia del castellano, pero también se utiliza en lenguas
relacionadas con ella como el gallego, el asturiano, el extremeño, el euskera,
el tagalo y algunas lenguas indígenas americanas, como el otomí, el guaraní y
las lenguas quechuas. No queda claro cómo y dónde se originó la letra (el siglo
IX parece la apuesta más segura), ya que en el primer texto gallego que se
conserva, datado en 1228, ya aparece y
el castellano no penetró en Galicia hasta dos o tres siglos más tarde.
Aunque carecen de la letra «ñ», son
muchas las lenguas que cuentan con un sonido similar. El catalán, el húngaro y
el indonesio utilizan la grafía «ny», mientras que el francés y el italiano lo escriben como «gn» y el portugués como «nh».
La historia de la letra «ñ» se asemeja a la de la «w»,
que también comenzó como una doble «v» y terminó convertida en una letra por
derecho propio. De hecho, la idea de la CEE de 1991 de comercializar teclados
sin «ñ» fue por completo rechazada, siendo definida como “escandalosa” por el
propio Gabriel García Márquez. Para
consolidar la protección de la letra, el gobierno español respondió el 23 de
abril de 1993 con un Real Decreto que salvaba a la «ñ», acogiéndose
al Tratado de Maastricht de la UE, que admite excepciones de carácter
cultural.
En el año 2005 Chile aprobó los dominios de Internet con la
letra «ñ»,
mientras que España y Argentina hicieron lo propio en 2007 y 2008
respectivamente. Aunque en ocasiones los motores de búsqueda tienen dificultades
con esta letra, la presencia de ésta en la red es cada vez mejor recibida. Como curiosidad, la escritura en un documento (o en Internet) del símbolo «~» seguido de la letra «n» da lugar a una «ñ».
En cualquier caso, hay que reconocer que la letra clave de palabras como ñu, ñandú, montaña, otoño y, por supuesto, España se
hace querer. Espero que os haya gustado saber más sobre ella. ¡Felices Fiestas!