El otro día, mi amiga Lara me preguntó cuál era el uso exacto del punto y coma. No era la primera persona que me hacía esta pregunta y probablemente no será la última.
Y es que el punto y coma (;) es el signo de
puntuación cuyo uso levanta más dudas precisamente por tratarse del más
subjetivo. Es decir: son muchos los casos en que podemos recurrir a otro signo
(un punto y seguido, dos puntos o una coma, principalmente) en su lugar, lo que
lleva a muchos a prescindir por completo de él. Sin embargo, el punto y coma no es un elemento prescindible, sino
que tiene su propia y necesaria finalidad.
Tal y
como su nombre da a entender, el punto y coma está entre el punto y la coma; es
decir: marca una pausa menor que la del
punto pero mayor que la de la coma. Por tanto, recurriremos a él cuando la
coma nos sepa a poco pero el punto nos parezca exagerado. Ej.: “No me suele gustar
el arroz; sin embargo esta paella es deliciosa”.
Es
especialmente común su uso cuando existe relación
semántica entre las dos oraciones separadas (es decir, cuando una influye
en la otra). Ej.: “No hay nada que puedas hacer; es mejor que te vayas” (es
decir, “no hay nada que puedas hacer, con lo que es mejor que te vayas”).
Además,
el uso del punto y coma es imprescindible para enumeraciones de elementos que incluyen sus propias comas. Ej.: “Al
preestreno de Carmina y amén acudieron
el director, Paco León; la actriz principal, Carmina Barrios, y la actriz
secundaria, María León”. Si no recurriéramos al punto y coma en dicha oración,
nos encontraríamos con un lío de comas bastante problemático, mientras que
gracias al signo dejamos claro que el director es Paco León y la actriz,
Carmina Barrios.
Por
cierto, como habéis comprobado, después
del punto y coma se emplea siempre minúscula.
EJERCICIOS
¿Coma o punto y coma?
● Estoy
enfadado, dejadme en paz.
● Vinieron
Mario, mi tío, Sara, mi tía, y Ángel, mi primo.
● Ya
está todo hecho, puedes marcharte.
● Me
gustan los plátanos, las sandías y las fresas.
● No me
queda nada, te lo llevaste todo.
SOLUCIONES
● Estoy
enfadado; dejadme en paz.
● Vinieron
Mario, mi tío; Sara, mi tía, y Ángel, mi primo.
● Ya
está todo hecho; puedes marcharte.
● Me
gustan los plátanos, las sandías y las fresas.
● No me
queda nada; te lo llevaste todo.
Al
encontrarse a medio camino entre la coma y el punto, el punto y coma puede
usarse con fines literarios en numerosas ocasiones. Y, a menudo, es el único
signo que expresa, exactamente, lo que queremos transmitir; así que ¡no os
olvidéis de él!